Solo con tres palabras destruyo a su familia. Sin pretextos, sin escusas, pero sobretodo, sin disculpas. Tomo sus maletas, sus cosas, esas pertenencias que en algún momento le ofreció a ellos, y se alejo del umbral de lo que en un metro más de caminar perdería el derecho de llamar “hogar”…
- Es necesario marcharme… - susurró nuevamente, golpeando al aire con los últimos rastros del aliento que les dedicaría por el resto de su vida.
(Jazz Noire)
- Es necesario marcharme… - susurró nuevamente, golpeando al aire con los últimos rastros del aliento que les dedicaría por el resto de su vida.
(Jazz Noire)
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