- No puedo dormir…
- le susurro a su compañero de habitación, el cual simplemente se
removió inquieto entre las sabanas de su cama a la vez que soltaba un gruñido
en señal de protesta y de que no le importaba su situación. Ya estaba harto de
que cada noche fuera lo mismo.
Al chico no le quedo
de otra que levantarse de su cama esa madrugada del 35 de Febrero del
3015 (según lo marcado el calendario posicionado en su buro) y realizar
nuevamente esa serie de remedios y trucos caseros tan conocidos y repetitivos
para él que nunca parecían funcionar.
Así fue como tomo una pala que se encontraba a lado de su
cama, y comenzó a cavar un agujero en la habitación de ese segundo piso,
tratando de no hacer esta vez ruido y despertar a su compañero. Aun recordaba
la última vez que eso paso; el chico se torno de un rojo sangre y su cuerpo
comenzó a tomar proporciones exageradas, hasta tomar la forma de una especie de
monstruo de 2 cabezas, con colmillos y ojos amarillos que termino por devorar
su cabeza.
Si, realmente quería dejar esta vez la cabeza en su
lugar.
Termino rápido y en silencio, y calló en lo que parecía
ser una especie de cueva submarina cubierta hasta el tope de agua. Era su sala.
Nado hasta salir de allí y llegar a un cráter volcánico
que amenazaba con hacer erupción, no sin antes despedirse con una mano de los
monos marinos con cabeza de persona que solían andar por ahí a esas horas.
Observo el cráter humeante, y pensó que esta vez
comenzaría con algo sencillo: Un poco de leche caliente.
Estiro el brazo, y del cielo tomo una estrella brillante
de cristal al cual le dio forma de un vaso y esta vez, subiéndose a un banquito
para alcanzar, vacío un poco de Vía Láctea en el vaso y bebió, esperando que esa noche al fin pudiera dormir
al primer intento.
(Jazz Noire)